Relleno con Ácido Hialurónico

Relleno con Ácido Hialurónico

Junto al colágeno, nuestro gran aliado en la lucha contra la pérdida de volumen y las arrugas producidas por el paso del tiempo. Sin embargo, éste es más duradero, provoca menos reacciones alérgicas y contribuye a borrar las arrugas de una manera mucho más eficaz. Te contamos todas sus propiedades y beneficios.
El  ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de manera natural en nuestro organismo, puesto que forma parte de numerosos tejidos y órganos de nuestro cuerpo como los cartílagos o la propia piel. A medida que nos vamos haciendo mayores, la presencia de esta sustancia va disminuyendo considerablemente y a los 50 años, por ejemplo, sólo nos queda un 50% de nuestro capital de ácido hialurónico. Esto provoca la pérdida de volumen y de firmeza y la aparición de arrugas, y por lo tanto,  el envejecimiento de la piel.
La característica principal del ácido hialurónico es su  gran capacidad para atraer y retener el agua, por lo que en cosmética se ha convertido en uno de los  ingredientes fetiche para cremas y tratamientos antiedad. En su uso tópico aporta grandes dosis de hidratación a la piel, además de darle un aspecto más terso y ayudar a rellenar las pequeñas arrugas y líneas de expresión.
Usos en medicina estética
El  ácido hialurónico  comenzó a usarse en cosmética en la década de los 90, en forma de viales inyectables que consiguen, de manera prácticamente inmediata, devolver a la piel su volumen inicial e hidratarla en profundidad, mejorando también su tersura y luminosidad. Así, se corrigen los primeros signos del envejecimiento cutáneo manteniendo nuestra piel joven por más tiempo.
Esto se debe a que la aparición de arrugas y flacidez asociadas al paso del tiempo se produce en gran parte por la pérdida de hidratación en la piel que provoca la disminución de ácido hialurónico y de la capacidad de nuestro organismo para reponerlo a medida que nos hacemos mayores.

¿Para que tipo de arrugas se recomienda el ácido hialurónico?

Las zonas más comunes en las que se aplica son:

  • Contorno y comisura de los labios.
  • Volumen labial y facial (pómulos).
  • Arrugas labiales o peribucales (alrededor de la boca).
  • Surcos nasogenianos (líneas de expresión a ambos lados de la  Nariz y boca.

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